Hace 2 o 3 días, no me acuerdo ya, me desperté y en voz alta dije: "Good morning, ghost"
Así que sí. Vivo con un fantasma invasivo y destructor. Nunca tan fantasma como ahora. Toma formas diversas y siempre encuentra la manera de quebrarme.
Y lo único que pienso es: "no llores mucho, que sino mañana te vas a levantar con ojos de sapo"
Y es inevitable mirar hacia atrás y no pensar: estuve enamorada de un monstruo, de una piedra, de un muerto.
Y esta tristeza paralizadora que me mata, me socava todos los días un poco más el alma. Y me mata. Será que muerta podré entender su frialdad, compartiéndola?
No quiero morir, pero sí quiero que el fantasma desaparezca.
Fuera, fuera, fuera.
"Tantas veces me morí. Tantas veces me mataron. Y sin embargo, aquí estoy, resucitando"
Ya no sé cuantas vidas me queden...cada vez más piedra. O al menos eso quiero. Para no sentir más el dolor, la impotencia y la soledad q causa la desaparición completa del que una vez supo ser todo. O no supo. No sé.
La esperanza, la incredulidad de que esto sea todo. Mina la fuerza que me queda.
Y la locura, sí, la locura va ganando cada vez más terreno.
Hay quienes pueden elegir quedarse, hay quienes luchan ante la adversidad, las complicaciones.
Y estan los otros.
Esos que corren, lo más rápido posible ante una pared un poco más alta que lo normal.
Yo supe elegir hacerle frente, pero ya estoy cansada.
Y solo quiero descansar, sacarme la mochila y tirarme en el pasto.
Y esperar que todo pase.
Pero rápido por favor.
sol! te extrañé!!! Ya puedo volver a hacer fotosíntesis (=
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario